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El Papa pide detener la "gran guerra mundial"

"Hoy estamos viviendo una guerra mundial, ¡detengámonos, por favor! --exclamó el Pontífice desde el atril ubicado en la Plaza de San Pedro--. No me olvido de la atormentada Ucrania. Allí hay banderas".


El Papa pidió que se detenga la "gran guerra mundial" que vive el mundo tras recordar, como cada miércoles que preside la audiencia general, el sufrimiento de "la querida población ucraniana".


"Hoy estamos viviendo una guerra mundial, ¡detengámonos, por favor! --exclamó el Pontífice desde el atril ubicado en la Plaza de San Pedro--. No me olvido de la atormentada Ucrania. Allí hay banderas".


Francisco deseó que "frente a todos los escenarios de guerra", cada persona sea constructora "de paz" y ha instado a difundir en el mundo "pensamientos y proyectos de concordia y reconciliación".


Además, en los saludos del final de la audiencia general, envió un mensaje a los novios y les ha pedido tener "la valentía de pasar del enamoramiento al amor maduro" y, por tanto, a una relación "exigente que en lugar de aprisionar la vida fortifique el amor para que sea duradero frente a las pruebas del tiempo". El Papa lo consideró un "noviazgo alegre y radical".


Del mismo modo, aseguró su cercanía y oración a todas las madres que en este momento tienen a un hijo que sufre por cualquier motivo como la enfermedad, una situación de marginación, o la cárcel. "Que la Virgen les consuele de todas sus preocupaciones", ha pedido.


El Pontífice continuó este miércoles su nuevo ciclo de catequesis sobre el tema del discernimiento e hizo referencia a un testimonio concreto para reflexionar sobre el discernimiento, el de San Ignacio de Loyola, con un episodio decisivo de su vida.


Así, se refirió al momento en el que santo español se encuentra en casa convaleciente, después de haber sido herido en batalla en una pierna y para liberarse del aburrimiento pide leer algo. Tras leer las vidas de santos, "comienza a descubrir otro mundo, un mundo que lo conquista y parece competir con el de los caballeros. "Se queda fascinado por las figuras de San Francisco y de Santo Domingo y siente el deseo de imitarles", ha subrayado.


Finalmente, recalcó que Dios trabaja a través de los eventos no programables, y también en los contratiempos.


"El discernimiento es la ayuda para reconocer las señales con las cuales el Señor se hace encontrar en las situaciones imprevistas, incluso desagradables, como fue para Ignacio la herida en la pierna. De estas puede nacer un encuentro que cambia la vida, para siempre", concluyó.

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