En Oregon, Estados Unidos, Amari King Churchwell, un niño de ocho años, falleció de forma abrupta a causa de una hemorragia cerebral, pues no presentó ningún síntoma previo, salvo sentirse mal horas antes de desvanecerse.
A través de la plataforma Gofundme, allegados a la familia explicaron que un día antes de su fallecimiento, el menor comenzó su día habitual preparándose para la escuela.
"Kenney, su padre, lo recuerda corriendo de la línea del autobús para abrazarlo y decirle que lo amaba una vez más antes de ir a la escuela esa mañana", escribieron.
Horas después, la escuela llamó a la familia diciendo que Amari se sentía mal, por lo que el padre lo recogió y al llegar a su casa el menor se desvaneció.
"Después de llegar a casa para instalarse, se derrumbó en los brazos de Kenney y sin dudarlo lo llevó rápidamente a la sala de emergencias.
De acuerdo con el relato en la plataforma para recaudar fondos con distintos fines, los médicos encontraron una masa en la parte posterior del cerebro de Amari con hemorragia interna y trabajaron para insertar un drenaje con el fin reducir la presión sobre su cerebro.
"Luego fue trasladado al hospital infantil de Doernbecher (en Oregon). Desafortunadamente, la masa sangrante dejó a Amari con una actividad cerebral limitada"
El martes 9 de noviembre, Amari King Churchwel falleció tras tomografías computarizadas, consultar con tres neurólogos y agotar todas las opciones posibles.
En la plataforma Gofundme, allegados a la familia, previa autorización de ellos, comenzaron a recaudar fondos para solventar los gastos relacionados con el fallecimiento de Amari King Churchwell.