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Hábitos alimenticios que debilitan tu sistema inmune

Lo que comes puede aumentar o disminuir tus posibilidades de enfermar. Te contamos por qué.



En un escenario protagonizado por las nuevas variantes de COVID-19 y con el otoño a la vuelta de la esquina, se hace especialmente necesario poner el foco en el sistema inmunitario, más concretamente en fortalecerlo. El sistema inmune puede verse afectado por el estrés, por la calidad y cantidad de sueño y muy especialmente por lo que comemos. A continuación, te contamos qué hábitos alimenticios no ayudan para nada a mantener un sistema inmune fuerte.

1. Consumir demasiado alcohol El consumo excesivo de alcohol puede tener un efecto negativo en nuestra inmunidad. "El alcohol puede suprimir la respuesta inmunitaria del cuerpo a las infecciones", dice la dietista Mary Albus a Eat this not that! La razón es que cuando hay alcohol de por medio, el organismo puede tardar más tiempo en reconocer y responder ante una infección en desarrollo. Otra forma en que el alcohol puede debilitar nuestro sistema inmune es alterando la absorción de los nutrientes necesarios. Albus dice que "el alcohol inhibe la absorción de nutrientes vitales como la vitamina C y el zinc, que son importantes para el funcionamiento de nuestro sistema inmunitario." Además, el consumo de alcohol también puede interferir en los síntomas de la enfermedad. "Los efectos de un consumo excesivo de alcohol pueden hacer que los síntomas duren más tiempo y sean más graves de lo que podrían ser de otra manera", dice Albus. 2. Consumir mucho azúcar Albus también menciona que un exceso de azúcar en nuestra dieta puede, a la larga, debilitar nuestro sistema inmune. "Los estudios han relacionado la ingesta regular de alimentos con alto contenido de azúcar añadido con el deterioro de la función inmunológica", dice Albus, "y esto se debe a que los glóbulos blancos, que son las células implicadas en la lucha contra la infección, se ven afectados negativamente por el consumo excesivo de azúcar, lo que puede impedir que luchen eficazmente contra la infección". 3. Consumir mucha sal Según un informe del Ministerio de Consumo, en 2020 cada español consumió 1,27 kilos de sal, un 14,6 % más que en 2019. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que actualmente existe un consumo de sal elevado, de unos 5 g o más diarios, lo cual contribuye a la hipertensión arterial y aumenta el riesgo de desarrollar una cardiopatía, así como de sufrir un accidente cerebrovascular. La OMS recomienda que el consumo de sal en adultos sea de menos de 5 g (algo menos de una cuchara de té). Además, del mayor riesgo de hipertensión que acarrea un consumo excesivo de sal, Albus afirma que "seguir una dieta alta en sodio y rica en alimentos procesados puede desencadenar la inflamación del organismo y aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónicas”, tal y como declaró la experta a Eat this not that! También se cree que la sal inhibe algunas de las respuestas naturales de nuestro cuerpo si se consume en exceso. Según Albus, "la sal puede suprimir las respuestas antiinflamatorias e incluso alterar nuestra microbiota intestinal, que tiene un papel importante en la función inmunitaria de nuestro cuerpo". El consumo elevado de sodio se ha relacionado con el empeoramiento de enfermedades autoinmunes existentes, como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la enfermedad celíaca y el lupus. 4. No comer suficientes frutas y verduras El dietista Matt Mazzino afirma que necesitamos incluir una buena cantidad de frutas y verduras en nuestra dieta para fortalecer el sistema inmune. "Las frutas y verduras contienen altas cantidades de vitaminas, minerales y antioxidantes", dice Mazzino, "y estos compuestos son esenciales para apoyar las reacciones del sistema inmunológico y luchar contra las infecciones", declaró a Eat this not that! Las frutas y verduras también tienen mucha fibra soluble, un nutriente que es beneficioso para la inmunidad. "La fibra soluble es el alimento de las bacterias que viven dentro de nuestro intestino", dice Mazzino, "y un microbioma saludable se comunica con nuestro sistema inmunológico y lo apoya para que pueda combatir eficazmente las infecciones”. 5. Falta de vitamina D "La vitamina D es uno de los nutrientes más importantes para apoyar un sistema inmunológico saludable", dice Mazzino, "debido a sus propiedades antiinflamatorias que se sabe que mejoran la función de las células inmunes”. Eso sí, antes de lanzarte a suplementarte por tu cuenta, consulta con el médico.

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