Esta cabeza de la deidad maya del maíz encontrada en Palenque formó parte de una ofrenda que se dispuso sobre un estanque de piso.
En la zona arqueológica de Palenque, Chiapas, arqueólogos hallaron una pieza que tiene más de mil 300 años de antigüedad: se trata de la cabeza de la deidad maya del maíz en una representación tridimensional. Esto fue dado a conocer por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Arnoldo González Cruz, quien dirigió los trabajos arqueológicos, señaló que este descubrimiento es importante, ya que es la primera vez que se observa a esta deidad en formato de escultura. Las representaciones que de ella se conocían eran pinturas en forma de escenas pintadas en vasos y platos. Durante trabajos llevados a cabo en la fachada sur de la Casa B de El Palacio, los expertos se encontraron con un estanque dentro del cual estaba la cabeza de estuco. Debajo de ella estaba un depósito ritual quemado “en donde los mayas llevaron a cabo un evento de clausura de lo que más adelante comprobamos que es un estanque con un sistema de drenaje sumamente sofisticado”, explicó el arqueólogo Carlos Varela Scherrer, en un video del INAH. Los expertos determinaron que la escultura formó parte de una ofrenda que se dispuso sobre un estanque de piso y paredes estucadas. La intención era emular el ingreso de este dios al inframundo en un entorno acuático.
“La escultura, la cual debió ser modelada alrededor de un soporte de piedra caliza, tiene características gráciles: el mentón es afilado, pronunciado y partido; los labios son finos y se proyectan hacia afuera, el inferior ligeramente hacia abajo, y muestran los incisivos superiores”.
“Los pómulos son finos y redondeados; y los ojos, alargados y delgados. De la frente amplia, larga, aplanada y de forma rectangular, nace una nariz ancha y pronunciada”, agregó Varela.
El hallazgo fue una agradable vivencia para el grupo de especialistas que trabajaban en la zona. Arnoldo González Cruz menciona que estaban trabajando en unas estructuras del lugar, debido a problemas de conservación. En ese momento “tuvimos la fortuna de encontrarnos esta escultura, esta cabeza de estuco”, misma que estaba dentro de un receptáculo formado por tres paredes.
La cabeza del dios del maíz permaneció oculta en una caja por alrededor de mil 300 años en un entorno de humedad. Debido a ella las condiciones no eran del todo favorables y tuvieron que someterla a un proceso de secado paulatino.
González Cruz dijo que:
“El descubrimiento del depósito nos permite empezar a conocer cómo los antiguos mayas de Palenque revivían de manera constante el pasaje mítico sobre el nacimiento, la muerte y la resurrección de la deidad del maíz”.
Especialistas de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH iniciarán la restauración de la cabeza cuando esté en las condiciones adecuadas.