"¡Nosotros somos el cambio!", proclama la estrella pop canadiense en la primera de sus presentaciones en la Ciudad de México.
La estrella de pop canadiense Justin Bieber retornó a esta ciudad proclamándose contra la división social, racismo e injusticia, ante 57 mil 100 seguidores durante su primera presentación el pasado 25 de mayo en el Foro Sol como parte de su gira Justice World Tour.
El espectáculo inició con un video introductorio a manera de cortometraje, mostrándolo reflexivo ante la vida, la naturaleza y Dios, tras volcarse hace unos años hacia la religión después de reponerse de abuso de sustancias y drogas. El estallido de emociones se concretó cuando emergió puntualmente a las 20:30 al ritmo de “Somebody”, “Hold On” y “Deserve You”.
El show relució velozmente por su producción, cascadas de pirotecnia en cada rola, la pantalla central con gráficos de arte digital y las plasmas laterales acercaron al artista a sus “beliebers”, como se hacen nombrar sus fanáticos. Las coreografías lo acompañaron durante todo el espectáculo, aunque en algunos casos faltó energía. Sin embargo, en todo momento fue agradecido y cariñoso con los fans mediante los “¡te amo, te amo, te amo!”.
A cada paso o movimiento de la celebridad los berridos ensordecedores hacían temblar al recinto de Iztacalco, en su mayoría por parte de. Un público de diversas edades le acompañó durante el show, desde quienes lo siguen en sus orígenes hasta una nueva ola de adeptos, chicos y chicas lo adoran por igual. Durante dos horas de presentación complació con un extenso paseo musical del que seleccionó sus éxitos hasta su actual discografía “Justice” (2021).
Cantó “Holy” para saltar hacia “Where Are Ü Now” y saborear “Yummy”, en medio de un clima de leves ventarrones y lejanos nubarrones acuosos.
La buena vibra prevaleció de principio a fin, entre cánticos y coreos Bieber regaló una intensa velada que sus fieles recibieron apasionadamente. En sesión acústica entonó “Hold Tight” y “Love Yourself”.
El festín avanzó con “Confident”, una plataforma lo elevaba para “All That Matters” y la locura generalizada fulguraba en la clásica “Sorry”.
Después de “Love You Different” le acompañó a escena un intérprete para ser entendido por todos con traducción al español, lanzando su fraternal mensaje, “este tour es para la unidad y aceptación. ¡Todos somos iguales! En este mundo hay mucha división, racismo e injusticia. ¡Nosotros somos el cambio! El racismo es diabólico, tenemos que estar juntos. ¡Los amo mucho!”.
Aullidos de aceptación retumbaron hasta el último rincón para dar continuidad en “As I Am”. Los corazones rasgaron al son de “Ghost”, “Lonely” y “2 Much”.
Asomó el ocaso en “Boyfriend” y “Baby”. Algunas chicas clamaban porque el cantante se despojase de su vestimenta “¡que se encuere, que se encuere!”, y otras más, entre ojos lacrimosos amorosamente declaraban a todo pulmón “¡te amo Justin!”.
Un par de obsequios iluminaron el final decisivo al resonar de “Peaches” y “Anyone”. Justin Bieber agradeció a sus músicos y frenética audiencia. Dio un paso al centro del escenario, un ascensor lo hacía desaparecer en el tumulto de aplausos, rugidos y una fiesta de pirotecnia cuando el reloj cruzó los confines de las 22:30 horas. Repetirá dosis este jueves 26 en el Foro Sol.