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La alerta de la NASA: una noche perpetua de varios siglos

El tamaño de los asteroides es mucho mayor de lo que se había medido.

La humanidad está en un serio y constante peligro. Las acciones humanas no son nada comparadas con los peligros que acechan en el exterior. La Tierra tiene sus propios escudos naturales que protegen la fauna y la flora, pero ante ataques naturales a gran escala, estos se convierten en insuficientes. El impacto de un asteroide puede sumir al planeta en una noche perpetua de varios siglos. Una gran tormenta solar puede hacer retroceder a la humanidad a la Edad Antigua.

Es un hecho que las probabilidades de impacto son muy altas. Si bien es cierto que no es muy frecuente que se den colisiones en la superficie terrestre, el tan extremo equilibrio del universo hace que cualquier minúsculo cambio pueda suponer una catástrofe. De todas formas, las extinciones masivas son periódicas. Tarde o temprano un gran asteroide impactará contra la Tierra.

La NASA ha publicado un estudio en el que explican la posibilidad de que las colisiones de astros en la Tierra sean más frecuentes y devastadoras de lo que se sabía antes de esta publicación. Hay que poner en contexto y explicar que la probabilidad de impacto es mayor por el simple hecho de que la NASA no tiene monitorizado el 40% de los asteroides potencialmente peligrosos. La nota positiva es que ya se está trabajando en una defensa planetaria contra estos cuerpos. La primera prueba resultó ser un rotundo éxito, aunque con asteroides de varios kilómetros ésta sería insuficiente.

Para la realización del estudio, la NASA centró su atención en el análisis de las dimensiones de los cráteres formados por las colisiones de asteroides que se sucedieron en el último millón de años. Esta publicación forma parte de una serie de estudios que lleva la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) en relación a las misiones de defensa planetarias.

Lo descubierto mediante el Sistema de Análisis de Perfil Radial o RPS por sus siglas en inglés, ha mostrado que los bordes de los cráteres son más grandes de lo anteriormente analizado. La nueva publicación de la NASA muestra que las bases de datos sobre estos fenómenos infravaloran su tamaño. La medición se realizaba sobre los límites bien marcados, pero estos no son los reales. La magnitud de este descubrimiento es tal, que hay cráteres con el doble de tamaño del estudiado.

El mayor tamaño de los agujeros abre la posibilidad de que los cuerpos que han impactado sean más grandes y energéticos. En caso de que uno de estos caiga sobre la superficie terrestre implicaría cambios radicales que sí supondrían un cambio climático tanto a corto como a largo plazo. Interceptar un asteroide de estos a día de hoy es inviable.

La población no será consciente del impacto de un cuerpo de estas dimensiones. Las entidades dedicadas a monitorizar los asteroides no lo anunciarán ni generarán miedo e inquietud debido a que no tiene sentido sembrar el pánico si no se puede hacer nada. Cuando se publican noticias de que "un asteroide va a chocar con la Tierra", suele pasar a varios cientos de millones de kilómetros.


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