Hay poca gracia y mucha indignación en las redes sociales tras la publicación de un video que muestra la que es calificada como una cobarde acción de una mujer que arrojó una sopa caliente en la cara a una empleada del restaurante Sol de Jalisco en Temple, Texas, acusando que supuestamente encontró un plástico en su comida.
El registro muestra a la agresora hablando con Jannelle Broland, quien a sus 24 años es gerenta del establecimiento de comida mexicana en la zona de Estados Unidos.
Tras varios segundos de una aparentemente acalorada discusión, la mujer comienza a destapar el vaso en el que venía la sopa y de forma inesperada decide lanzárselo en la cara la joven.
Lejos de arrepentirse por su arrebato en el restaurante, la protagonista de la agresión toma a un hombre que estaba al lado de ella y luego escapan del lugar, según revela el medio británico Dailymail, quien consigna que los hechos ocurrieron el 7 de noviembre de este año.
"La experiencia en sí fue traumatizante y desgarradora. (Sentí) que mi espíritu se había roto al saber que alguien podía hacer algo tan horrible y luego reírse de ello", dijo la joven trabajadora al medio británico.
A la indignación de los usuarios y clientes del mismo restaurante mexicano, se suma también que la agresora arriesga cargos criminales por la cobarde actitud.
"No toleramos este tipo de comportamiento y mantenemos a nuestros ciudadanos al más alto nivel (...) Si un ciudadano cree que ha recibido un mal servicio, le recomendamos que se mantenga civilizado hasta que se resuelva el problema", dijo a KCENTV el subjefe de policía de Temple, Allen Teston.
Por su parte, a través de TikTok, la gerenta del restaurante afirmó que la mujer "estaba inconsolable", pese a que le ofreció "un reemplazo de comida gratis y un reembolso".
"Cada vez que mencionaba un reembolso o una comida de reemplazo gratis, ella simplemente me interrumpía y decía: 'Esto es jodidamente ridículo' o 'Mira esta mierda' (...) Ella no parecía querer nada, solo reprenderme", dijo la trabajadora a la prensa europea.
La situación para la víctima fue grave, al punto que "se sintió como si hubieran rociado con gas pimienta", aunque afortunadamente no tuvo que ser derivada de urgencia a un centro asistencial.
"Me ardían los ojos, me sangraba la nariz, tenía mucho dolor. Para cuando lo limpié y casi pude ver de nuevo, ya había clientes y personal afuera siguiéndola", expresó.
Por el momento, la mujer y su acompañante continúan sin ser ubicados por los policías, aunque los testigos alcanzaron a grabar sus rostros y la matrícula del automóvil en el que se desplazaban.