El estudio que descubrió estas similitudes entre pulpos y humanos, secuenció el genoma de dos especies de pulpos: el común y el californiano.
Dos especies tan distintas como el pulpo y el ser humano, pueden guardar grandes semejanzas. Una de ellas se encuentra en sus cerebros. La ciencia lo ha confirmado en un reciente estudio publicado en BMC Biology. Sabemos que los pulpos poseen uno de los cerebros más desarrollados del reino animal. La explicación podría estar en los transposones o genes “saltarines”, que también poseemos los humanos.
¿Qué son los genes saltarines y qué función tienen?
Esta clase de genes corresponden a secuencias de ADN que tienen la capacidad de moverse de un lugar del genoma a otro. Los mismos han estado involucrados en la evolución del ser humano, y el funcionamiento de su sistema nervioso. También tienen un papel importante en el desarrollo de capacidades cognitivas de aprendizaje y memoria.
Así, en el estudio se secuenció el genoma de dos especies de pulpos: el pulpo común (Octopus vulgaris) y el pulpo californiano (Octopus bimaculoides). Al hacerlo, los expertos observaron que los mismos genes saltarines que están activos en el cerebro humano, también lo están en estos pulpos.
Específicamente los transposones a los que se hace referencia en el estudio pertenecen a la familia denominada LINE, los cuales son bastante activos en la región del hipocampo, estructura del cerebro implicada en los procesos de aprendizaje y memoria.
“Literalmente salté sobre la silla cuando, bajo el microscopio, vi una señal muy fuerte de actividad de este elemento en el lóbulo vertical, la estructura del cerebro que en el pulpo es la sede del aprendizaje y las capacidades cognitivas, al igual que el hipocampo en humanos”, señala la bióloga Giovanna Ponte, para Scuola Internazionale Superiore di Studi Avanzati.
“El descubrimiento de un elemento de la familia LINE, activo en el cerebro de las dos especies de pulpos, es muy significativo porque añade apoyo a la idea de que estos elementos tienen una función específica que va más allá de copiar y pegar”, explica Remo Sanges, director del laboratorio de Genómica Computacional de laScuola Internazionale Superiore di Studi Avanzati (Trieste, Italia) y que también ha participado en el estudio.
Según Giuseppe Petrosino, de la Stazione Zoologica Anton Dohrn, y Stefano Gustincich, del Istituto Italiano di Tecnologia, “esta similitud entre el hombre y el pulpo, que muestra la actividad de un elemento LINE en la sede de las capacidades cognitivas, podría explicarse como un fascinante ejemplo de evolución convergente, un fenómeno por el cual, en dos especies genéticamente distantes, se desarrolla el mismo proceso molecular de forma independiente, en respuesta a necesidades similares.”
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