Las cebollas contienen vitamina C, aportando el 13 % de la dosis diaria recomendada.
Para nadie es un secreto que la cebolla hace parte de la mayoría de cocinas colombianas. Sin embargo, es un alimento que muchos quieren y otros odian, sea por su textura, sabor o impregnante olor.
Es uno de los alimentos indispensables en las despensas por su versatilidad y generalmente se usa como condimento para dar sabor a los platos, aunque son pocos los que conocen sus beneficios para la salud.
Como la mayoría de las frutas y verduras, la cebolla contiene un alto porcentaje en agua. Además, se destaca por su bajo contenido en calorías, unas 40 por cada 100 gramos de cebolla, según explica Ana Molina Jiménez, licenciada en Farmacia y dietista y nutricionista en AM Nutrición Integral.
Por otro lado, su contenido en vitaminas y antioxidantes ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Según la Clínica Mayo, las bebidas calientes, como los tés, ayudan a aliviar los síntomas y la congestión. El té de cebolla no puede tratar en su totalidad los resfriados, pero gracias a sus propiedades hidratantes y antioxidantes tiene la capacidad de aliviar los síntomas.
Además, contiene un polifenol llamado quercetina, que se asocia con un mejor rendimiento físico y mental, así como con un menor riesgo de infección.
Asímismo, estimula el sistema inmunológico, también por sus propiedades antiinflamatorias y antivirales. Cuando el virus llega al cuerpo, se produce una inflamación en la membrana que conecta la nariz y la garganta, esto causa dolor de garganta, según el portal VidaLucida, en su sección de salud.
Adicionalmente, las cebollas contienen vitamina C, aportando el 13 % de la dosis diaria recomendada. La vitamina C juega un papel muy importante en el funcionamiento del sistema inmunológico, según el Instituto Nacional de Salud.
Beneficios de la cebolla para la salud
La cebolla siempre ha tenido fama de ser depurativa, sin embargo, sus beneficios para la salud son más que eso. Aquí algunos destacados por el portal especializado en salud, Cuerpo y Mente.
Es diurética
Por su riqueza en potasio y escaso sodio es diurética y ayuda en casos de hipertensión, edemas y piernas pesadas.
Es un alimento prebiótico
Es rica en fructo-oligosacáridos, prebióticos que estimulan el crecimiento de bifidobacterias en el intestino e inhiben el desarrollo de bacterias patógenas.
Así, este equilibrio en la flora intestinal reduce el riesgo de cáncer de colon.
La cebolla contribuye a la salud digestiva
Previene la presencia de hogos, parásitos, el estreñimiento y la fermentación intestinal. Además, alivia las digestiones pesadas y la flatulencia, pero no hay que exagerar su consumo si se suele sufrir de acidez.
Es antioxidante
Es antidiabética
Ayuda a reducir el nivel de azúcar en la sangre en las personas diabéticas Gracias a su riqueza en cromo, que forma parte del FTG (factor de tolerancia a la glucosa) y también a la glucoquinina, que estimula el páncreas.
Es anticancerígena
Varios estudios demuestran que su ingesta habitual previene el cáncer.
Quienes la comen regularmente presentan, un riesgo un 40 % menor de desarrollar cáncer de estómago.
Es una hortaliza cardiosaludable
Gracias a sus componentes azufrados, el consumo de cebolla previene la agregación plaquetaria y la formación de trombos, así como los triglicéridos altos y el colesterol.
Remedios caseros
Para la gripe: se dejan macerar cuatro cebollas durante 24 horas en un litro de agua tibia. Se toma una taza entre las comidas y antes de acostarse.
Para la diabetes: la preparación anterior, y se debe tomar una taza al día por la mañana en ayunas, este té ayuda a reducir el nivel de glucemia.
Para piernas hinchadas: se ralla finamente 150 gramos de cebolla y se pone en una botella con su mismo peso en alcohol de 90º. Se deja macerar 10 días removiendo cada día. Luego se cuela exprimiendo bien. Se toman 3 o 4 cucharaditas al día, (mejor con agua). Se recomienda hacerla durante un mes.